viernes, 21 de septiembre de 2012

¿Honestidad? Reflexiones sobre Motivación (II)

En próximas entradas me gustaría abordar cinco cuestiones que considero "clave" para la Motivación: La Dirección o Gerencia (1); El Equipo (2); El ambiente (3); Los incentivos (4); y la Formación (5). 

En este segundo post de la serie "Reflexiones sobre Motivación" hablaremos de la importancia de la Honestidad en la Dirección:


Te cuento una historieta que escuché en una conferencia de un arquitecto americano. El paso del tiempo ha hecho que olvide si él mismo era el protagonista de la historia o no.

En el muelle de madera de una pequeña cabaña familiar, ubicada en alguno de los maravillosos lagos norteamericanos, un padre y un hijo pescaban al atardecer, un día antes de que se abriera la temporada de la lubina. Con pequeños cebos fueron cogiendo peces varios; algún lucio, perchas, truchas, etc..

De repente, el movimiento de la caña les avisó que algo grande había picado. Algo inmenso. Tiraron juntos para sacarlo y descubrieron su trofeo. Era una preciosa y gigantesca lubina, que se movía con gracia, reflejando en su cuerpo la luz de la luna.

Fue entonces cuando el padre miró el reloj y cayó en la cuenta: Las diez de la noche; dos horas antes de que se abriera la veda de la lubina.... 

Las lágrimas corrían por las mejillas del niño, de tan sólo 9 ó 10 años. ¿Cómo era posible que su padre le pidiera, le exigiera, que devolviera ese pez al agua, el más grande que había pescado en su vida, cuando nadie los había visto?

Muchos años más tarde, pescando con su hijo en el mismo muelle, se acordó de aquel día y de la gran lección aprendida. Pero no era la primera vez que se acordaba: cada vez que tenía una difícil elección en un asunto en el que entraban en juego asuntos de la ética, de la verdad, o de la honestidad, se veía en aquel muelle, con la caña y su padre.

El planteamiento de un sistema de Dirección desde la Honestidad implica a la persona misma. Y alcanza temas tan amplios como no exigir algo que ni uno mismo sería capaz de hacer; plantear objetivos alcanzables y claros; priorizar alabanzas y mensajes positivos; evaluar el rendimiento laboral de manera objetiva; comunicar de forma clara y concisa; defender al equipo; reconocer en público la labor de los colaboradores,; reconocer esfuerzos "extra", saber delegar; y un largo etcétera. 

Ser honesto es gratis. Todo ello crea un ambiente de confianza y seguridad que motiva y enriquece, tanto a la persona que dirige como al equipo de colaboradores. 

Recuerda que la honestidad no es una pérdida de autoridad sino todo lo contrario. El liderazgo no se impone, se gana.

Potenciar esto es garantía del éxito en tu Farmacia.

Hasta la próxima! 

viernes, 14 de septiembre de 2012

Fidelizar...¿al empleado?. Reflexiones sobre Motivación (I)

(Nota previa: No se trata de profundizar aquí sobre aspectos técnicos, para eso están los especialistas, sino de poner sobre la mesa asuntos relevantes sobre los que reflexionar...)

 Comienza un nuevo curso con una propuesta arriesgada... Pero el que toma este camino, acaba celebrándolo!

A veces estamos tan superados por el día a día, que nos olvidamos de cuidar ciertos aspectos importantes.

Como empresa (de servicios) que es una Oficina de Farmacia, debemos cuidar a nuestros empleados “per se”, lo cual forma parte de eso que los especialistas llaman RSC ó Responsabilidad Social Corporativa, pero si además somos conscientes de que para que la maquinaria funcione todas las piezas deben estar bien engrasadas, mejoraremos exponencialmente.

En este sentido, el aspecto de la Motivación es clave, porque si el Fco. Adjunto o el Auxiliar se siente a gusto en su lugar de trabajo, entre otras cosas, venderá más y mejor, pondrá su mejor sonrisa, y la cosa marchará mejor.

En la coyuntura actual especialmente, la implicación de todo el equipo es esencial, pero nos centraremos hoy en el estudio individualizado de sus miembros.
Si una pieza no encaja o no funciona, sinceramente, lo mejor es negociar una salida airosa en el menor plazo posible (algo por supuesto mucho más económico que posponer el problema).



Las sensaciones se contagian, tanto las positivas como las negativas: y crear “mal ambiente”, quejarse continuamente, etc...son comportamientos que, en la rebotica, o se eliminan de cuajo, o pasan factura. Ya lo decía Churchill: “las actitudes son más importantes que las aptitudes”

Hasta aquí nada nuevo. Pero... ¿Qué pasa cuando tenemos en el equipo una pieza muy valiosa...ese Auxiliar o Adjunto que se implica, que trabaja duro, con espíritu de servicio, y que crea un ambiente de complicidad con los compañeros y los clientes?

No sólo hay que luchar por mantenerlo bajo mínimos, hay que cuidarlo con esmero; y te aseguro que no es sólo una cuestión de dinero.

Las encuestas dicen que las personas no cambiamos de trabajo sólo por dinero: Hay otras muchas variables en juego! ....Y también es de Justicia

Porque...
¿Qué tal si hacemos a esa persona partícipe de tal o cual decisión?

¿Qué tal si tiene un trato preferente por su participación más activa?

¿Y un pequeño detalle como unas entradas para el teatro para que vaya con su novio/a,  esposo/a, o con quien quiera, saliendo media hora antes?
Las posibilidades de fidelización son infinitas y te animo a probar alguna. Se trata, en muchos casos, de pequeños detalles, de estar pendiente de "tu gente". Una buena parte del potencial de tu equipo está en tus manos!!

Todo esto, que parece de sentido común, por falta de tiempo o por motivos varios, brilla por su ausencia en muchos de los casos.

Como primera conclusión podemos diagnosticar que la OF es una PYME  en la que rara vez existe Departamento de Recursos Humanos o alguien –diferente al Titular, por supuesto- que se encargue de los empleados; siendo un tema de vital importancia para el funcionamiento de la misma. Siendo a veces esto inviable, quizás es recomendable buscar soluciones intermedias, pero jamás dejar el barco al capricho de la mar.

En próximas entradas trataremos asuntos relacionados con este tema y profundizaremos sobre ellos.

Hasta la próxima!